Cuando hablamos de la importancia del arte en Ellerman House, no es un decir. Desde su concepción como complejo de lujo hasta hoy en día, el arte ha sido una pieza clave en cada una de sus acciones.
Recorrer sus pasillos es caminar por la mayor colección de arte privada de Sudáfrica; los cuadros se distribuyen en salas comunes y habitaciones con exquisito estilo; sus esculturas ocupan espacios importantes tanto en interiores como exteriores; y su galería de arte contemporáneo se alza como una referencia a nivel nacional.
El arte en Ellerman House
Con solo entrar en la web de Ellerman House descubres que aquí el arte no es solo un complemento al lujo. Ellos mismos lo definen como «el alma» del complejo y su colección no puede compararse a ninguna otra de Sudáfrica. Estos trabajos abarcan más de dos siglos, desde las obras del famoso ThomasBowler ─mostrando Ciudad del Cabo en el siglo XIX─ hasta piezas contemporáneas creadas por artistas de la talla de LionelSmith y William Kentridge.
Ellerman House cuenta con su propia consultora especializada permanente, Talita Swarts. Una verdadera experta en arte contemporáneo, con larga experiencia en el sector y que estará disponible para guiarte a través de la gran producción artística presente en las diversas estancias del hotel.
«En Sudáfrica tenemos, literalmente, el mayor conjunto de genes del mundo. Históricamente, este país ha sido un lugar de encuentro para todo el mundo, por lo que incluso las obras de los artistas coloniales o modernistas parecen haberse entretejido en algo claramente africano»- Talita Swarts.
Ellerman House Contemporary Gallery
Uno de los orgullos de Ellerman House es su galería de arte contemporáneo. Toda una generación de artistas versátiles y creativos, entre los que destacan BenonLutaaya, HeideFourie y BlessingNgobeni, están presionando los límites de lo ordinario y crean un trabajo que puede considerarse el perfecto termómetro de la situación actual en Sudáfrica.
Creada en 2009, sus diversas obras cuentan la historia de un país singular, siguiendo su evolución a lo largo de las últimas décadas. Efectos visuales, relatos históricos, ironía, conocimiento y originalidad se combinan en esta exclusiva sala, a la que solo los huéspedes del complejo pueden acceder.
La iniciativa ArtAngels Africa
Crear un mundo mejor a través del arte. Esto es lo que promueve ArtAngels, una propuesta solidaria ideada por Rhino Africa en la que algunos de los principales artistas de Sudáfrica donan sus obras de arte, junto itinerarios icónicos de viajes en África. Todos los beneficios recaudados van destinados a distintos programas que trabajan en diversos ámbitos sociales:
The Click Foundation: bajo la creencia de que la tecnología puede ser una fuerte herramienta educativa, esta asociación trabaja en 70 escuelas necesitadas y ofrece programas basados en el mundo online.
Good Work Foundation: esta iniciativa, apoyada por Rhino Africa, actúa en las áreas rurales alrededor del Parque Nacional Kruger y ofrece una oportunidad educacional a jóvenes y adultos que, de otra manera, no la tendrían.
Wildlife Act: hace unas semanas os mostrábamos una entrevista con Johan Maree, co-fundador de esta asociación dedicada a preservar especies en peligros de extinción en toda África.
El arte en Ellerman House ha hecho que el hotel sea parte importante de esta iniciativa durante los últimos años, acogiendo el evento entre sus muros en diversas ocasiones y dándole visibilidad a través de su autoridad artística. En la edición de 2017, celebrada por primera vez fuera de las fronteras sudafricanas ─en Londres, más concretamente─, logró recaudar 4,3 millones de rands (39.519 dólares americanos).
Si quieres saber más sobre esta iniciativa y ayudar a que siga creciendo, puedes hacerlo en el siguiente enlace.
La Ciudad del Cabo más artística
El huésped de Ellerman House quedará impresionado con el arte que sus muros esconden… pero debe saber que, fuera de ellos, Ciudad del Cabo ofrece toda una red de museos y galerías imprescindibles. Desde el propio complejo te guiarán a través de la mejor forma de descubrirlos, organizando tours y visitas a medida según tus intereses personales.
Si quieres descubrir con tus propios ojos el arte en EllermanHouse a la vez que vives una experiencia única de lujo en Ciudad del Cabo, puedes leer el resto de artículos de esta serie y consultar a nuestros expertos, los cuales te ayudarán en todo el proceso para comenzar a organizar tus próximas vacaciones.
En Rhino Africa creemos que es extremadamente necesario proteger nuestro entorno y el continente que tanto amamos. Esta es la razón principal por la que, desde hace muchos años, trabajamos mano a mano con la asociación Wildlife ACT, la cual ayuda a preservar especies en peligro de extinción en toda África.
Hoy entrevistamos a Johan Maree, co-fundador de la asociación y actual presidente. Con él descubriremos cuáles son las especies más amenazadas, cuántos rinocerontes negros quedan en África o cómo es posible formar parte de esta bonita iniciativa.
Luchando por las especies amenazadas
Rhino Africa: ¿Cuándo y dónde comenzó la aventura de Wildlife ACT?
Johan Maree: Fundé Wildlife ACT hace diez años junto a ChrisKelly y SimonMorgan. Queríamos desarrollar soluciones para apoyar y proteger a las distintas especies en peligro de extinción en África. También nos dimos cuenta de que las comunidades que viven alrededor ─o en las propias reservas─ necesitaban ser parte de estos proyectos de conservación para que pudieran crear un sistema de economía sostenible.
Nuestro primer modelo económico ha sido también el más efectivo. Se trata de ofrecer una oferta ecoturista: vender viajes con impacto positivo que puedan financiar nuestras acciones de seguimiento y protección de especies en peligro. Cada año más de 600voluntarios se unen a nuestros expertos sobre el terreno y tienen la oportunidad de estar directamente involucrados en nuestra lucha contra la extinción de los perros salvajes africanos, rinocerontes negros, leopardos, guepardos, elefantes, buitres o tortugas.
RA: ¿Cuál es tu rol en la asociación?
J.M.: Soy co-fundador y presidente de Wildlife ACT. Tras finalizar mis estudios en comercio y marketing, estuve trabajando en la industria publicitaria durante cinco años, antes de dedicarme de forma completa a la asociación. Mi rol en Wildlife ACT es tomar medidas para salvar a las distintas especies en peligro de extinción. Para ello nos centramos en crear toda una nueva economía que beneficie tanto a las comunidades locales como al medio ambiente y a la vida salvaje que lo habita.
RA: ¿Qué especies están actualmente en peligro de extinción en África?
J.M.: Desgraciadamente, África cuenta con más de 400 especies en peligro de extinción. Aunque nuestras prioridades se centran en el león, el leopardo, el guepardo y el elefante, Wildlife ACT también se centra en las siguientes especies:
Rinoceronte negro (Dicerosbicornis): en peligro crítico de extinción.
Buitre de cabeza blanca (Trigonoceps occipitalis): en peligro crítico de extinción.
Buitre africano (Gyps africanus): en peligro crítico de extinción.
Tortuga marina (Eretmochelysimbricata): en peligro crítico de extinción.
Tortuga marina verde (Cheloniamydas): en peligro moderado de extinción.
Perro salvaje africano (Lyaconpictus): en peligro moderado de extinción.
Buitre orejudo (Torgostracheliotos): en peligro moderado de extinción.
El rinoceronte negro
RA: ¿Cuál es la diferencia entre el rinoceronte blanco y el rinoceronte negro?
J.M.: El rinoceronte blanco es herbívoro y se alimenta de la hierba, mientras que el rinoceronte negro ─también herbívoro─ basa su dieta en las hojas de los árboles. Además, los primeros tienen un cráneo de mayor tamaño que los segundos.
El rinoceronte negro es, por su parte, una de las especies más amenazadas de todo el continente africano.
RA: ¿Cuántos rinocerontes negros quedan en África y en Sudáfrica?
J.M.: En 1970, alrededor de 65.000 miembros de esta especie habitaban en el África subsahariana. En África del este, alrededor del 90% han muerto a causa de la caza furtiva. Hoy en día tan solo 2.500 rinocerontes negros sobreviven en Zimbabue, Sudáfrica, Kenia, Namibia y Tanzania. Sudáfrica se ha convertido en un refugio para ellos, con la mayor cantidad de esta especie en el mundo.
RA: ¿Por qué los rinocerontes son presa de la caza furtiva?
J.M.: Por dinero. Bajo el paraguas de distintas asociaciones y lobbies criminales, desde mercados como Vietnam o China se exige una gran demanda de cuernos de rinoceronte para diversos usos. En 2012, el rinoceronte negro fue declarado totalmente extinto en el oeste de África y en la isla de Java.
Sudáfrica es ahora hogar de la mayor población de rinocerontes tanto blancos como negros, explicando por qué el país continúa luchando contra la que podría ser la peor crisis de conservación de especies en peligro de extinción en los últimos 100 años.
RA: ¿Qué acciones lleva a cabo Wildlife ACT para salvar al rinoceronte negro?
J.M.: Principalmente vigilancia y monitorización por radiotelematría. Para salvar al rinoceronte negro, Wildlife ACT está iniciando diversos proyectos de monitorización y seguimiento para desarrollar nuevas medidas contra la caza furtiva. Lo primero y más importante es seguir el comportamiento del rinoceronte, adquiriendo los mejores equipos de telematría para este seguimiento. Con estos sistemas podemos recopilar una gran cantidad de datos que nos ayudan a comprenderles, localizarles y protegerles mejor.
RA: ¿Ha aumentado el número de rinocerontes negros?
J.M.: A pesar de la presión de los distintos lobbies, la población de rinocerontes negros se ha incrementado en los últimos tres años. A pesar de ello, su número sigue siendo muy pequeño y esta progresión es todavía demasiado frágil. Incluso una caza furtiva poco intensa podría acabar con todos los años de trabajo, por lo que no podemos bajar la guardia: tenemos que hacer todo lo posible para poder eliminar al rinoceronte negro de la lista de especies en peligro de extinción.
Momentos especiales
RA: ¿Cuál ha sido tu mayor logro desde que te uniste a Wildlife ACT?
J.M.:Wildlife ACT ha asumido una gran cantidad de desafíos desde sus inicios defendiendo a especies en peligro de extinción, por lo que es dificil elegir solo uno. Es por ello que animamos a todo aquel que esté interesado a visitar nuestra página web y ver los logros más importantes de la asociación durante todos sus años de vida.
Mientras tanto, aquí están nuestros grandes logros de este 2017:
Segundo puesto en los premios «African Responsible Tourism Awards 2017» en la categoría «Mejores hábitats para la conservación de especies».
Primer programa de vida salvaje en recibir la certificación «Fair Trade Tourism«
Nombramiento de Chris Kelly, co-fundador de Wildlife ACT, como finalista del «Rhino Conservation Award».
RA: Si pudieras ser un animal de la sabana, ¿cuál serías y por qué?
J.M.: Sin duda, sería un perro salvaje africano (también llamados perros salvajes). Aprendí a comprender y admirar a este animal desde mi niñez. Son animales sociales y con extremadamente fuertes lazos familiares, siendo cada miembro responsable de proteger a los más jóvenes. No importa que sean machos o hembras, hermanos, hermanas o parientes: todos cuidan de los más vulnerables.
Además son uno de los mejores cazadores de la sabana, utilizando una técnica que utiliza el trabajo en equipo para rodear a sus presas. Por desgracia, los perros salvajes son también la segunda especie más amenazada de África y son víctimas de trampas por parte de los cazadores.
RA: ¿Podrías definir Wildlife ACT en tres palabras?
J.M.: Prioridad. Conservación. Especies en peligro.
Cómo convertirse en voluntario de Wildlife ACT
RA: ¿Cómo puede alguien convertirse en voluntario de esta asociación?
J.M.: Wildlife ACT ofrece la oportunidad a todo el mundo, sea de la edad que sea y viva donde viva, de invertir su tiempo en salvar a especies en peligro de extinción mientras disfruta de una auténtica experiencia en la selva africana. La asociación siempre está en busca de gente que quiera contribuir a la causa donando tanto su tiempo como su dinero, para financiar así los equipamientos y el coste de las operaciones en las que ellos mismos participarán.
Si además quieres ser parte del equipo de expertos y formar parte de las misiones de rescate de animales más importantes en el continente, eres el candidato que necesitamos. En nuestra página web puedes ver todos nuestros programas de voluntariado.
RA: ¿Cómo es el día a día siendo voluntario en Wildlife ACT?
J.M.: Te levantarás muy pronto y enseguida estarás saltando a la parte trasera de uno de nuestros 4×4 abiertos para hacer una sesión de seguimiento de animales con tu radio y otros voluntarios (hasta un máximo de cinco).
Tu radio será capaz de localizar a los animales a través de los collares trasmisores que estos llevan. En tus primeros días recibirás un entrenamiento sobre cómo funciona, por lo que en poco tiempo serás capaz de realizar la monitorización y vigilancia de los animales de forma totalmente independiente.
Una vez hayas localizado al animal registrarás su ubicación utilizando un GPS portátil, actualizando la situación y la trayectoria del animal. Las especies monitorizadas incluyen a las que se encuentran en mayor peligro de extinción, como el perro africano, el guepardo, el rinocerontenegro y el buitre. Además, también organizamos salidas de vigilancia con elefantes, rinocerontes blancos, hienas y leopardos.
Normalmente volvemos al refugio al final de la mañana y dedicamos este tiempo a relajarse, leer, escribir, dormir una siesta o explorar la emocionante vida salvaje que se mueve alrededor de nuestro campamento.
Por la tarde volvemos a salir de nuevo, estando de vuelta al anochecer para preparar la cena. Disfrutamos de cada comida juntos, alrededor del fuego, escuchando los sonidos de la selva y comentando las aventuras del día.
Además, al menos una vez a la semana dedicamos todo un día a registrar y analizar toda la información recopilada durante la semana.
Desde Rhino Africa queremos agradecer a Johan el valioso tiempo que nos dedicó para esta entrevista. Si quieres ser parte de este bonito y gratificante proyecto, uniéndote a su equipo de voluntarios y protegiendo la vida salvaje de África, puedes ver toda la información en este enlace.
[Entrevista realizada originalmente por Garance Chassaing, redactora de contenido en francés]
Si en otras entradas del blog hablamos acerca de grandes especies como lajirafa o losperros salvajes africanos, ahora le ha llegado el turno al rinoceronte negro. Una criatura que forma parte de los «Cinco Grandes» y que es, probablemente, uno de los animales más emblemáticos del continente africano.
Natural de los territorios del sur y el este de África, a día de hoy no es fácil encontrarlos. La caza furtiva y el tráfico de cuernos de rinoceronte han disminuido su población y, en la actualidad, tan sólo es posible verlos en Sudáfrica, Namibia, Zimbabue y Kenia. Una situación que gracias a asociaciones como Wildlife ACT se está tratando de paliar.
Entre sus muchas curiosidades, cabría destacar que el rinoceronte negro es de menor tamaño que el rinoceronte blanco, ¡aunque esto no significa que sea en absoluto pequeño! Un rinoceronte negro macho pesa en torno a 1.350kg, mientras que una hembra puede llegar a alcanzar los 900kg.
1. Rinoceronte… ¿negro?
Aunque si alguien nos preguntase de qué color es el rinoceronte negro probablemente creeríamos que nos está gastando una broma ─como la adivinanza “de qué color es el caballo blanco de Santiago”─, lo cierto es que, a pesar de su nombre, la piel del rinoceronte negro es gris.
Es curioso, pero la diferencia entre el rinoceronte negro y el blanco no viene dada por su color, sinopor la forma de su boca. El rinoceronte negro ha desarrollado un labio superior en punta, el cual le permite alcanzar hojas y ramas de los árboles, mientras que el hocico del rinoceronte blanco es cuadrado, haciéndolo perfecto para alimentarse con la hierba del terreno.
En realidad, la denominación de ambas especies se debe a una confusión. En un inicio, los holandeses denominaron al rinoceronte blanco con la palabra «wijde«, que significa ancho ─en referencia a la forma de su hocico─, pero terminó confundiéndose con «white«, blanco en inglés.
2. Para comer, mejor sin sol
Lo cierto es que los rinocerontes negros tienen unas costumbres alimenticias bastante marcadas. Aunque sin llegar al extremo del clásico navideño «Gremlins» ─ “¡No les des de comer después de medianoche!” ─, los rinocerontes negros tan sólo salen en busca de comida al amanecer y al ponerse el sol, nunca en las horas centrales del día.
El motivo de este horario tan preciso no es otro que evitar exponerse a las altas temperaturas africanas: prefieren mantenerse lo más frescos posible. Incluso si eso significa rebozarse en el barro.
3. Cuernos en constante crecimiento
Estos animales poseen dos cuernos ─de los cuales el frontal es sustancialmente más prominente que el anterior─ que siguen creciendo a lo largo de su vida. Así, aunque el cuerno frontal suele medir en torno a los 50 centímetros, éste puede llegar a alcanzar más de un metro de longitud.
Y es que el cuerno de rinoceronte está compuesto por un sinfín de fibras de queratina ─la misma que tenemos lo humanos en las uñas y el cabello─, lo que favorece su crecimiento.
Un dato interesante sobre el cuerno de rinoceronte es que, tradicionalmente, en ciertas partes del mundo se le ha atribuido propiedades curativas. Un hecho que, pese a haber sido desmentido por la ciencia, ha contribuido a su caza furtivay al tráfico de cuernos de rinoceronte, que han llegado a superar el valor del oro en el mercado negro.
4. Tipos solitarios
Mientras que madres e hijos permanecen juntos durante largos periodos de tiempo, los machos son criaturas predominantemente solitarias y territoriales. Sin embargo, más allá del cortejo ─época en la que se emparejan─ también pueden llegar a formar pequeñas agrupaciones durante cortos periodos de tiempo.
5. En grave peligro de extinción
Desgraciadamente, el rinoceronte negro se encuentra gravemente amenazado y forma parte de la Lista Roja de la Unión por la Conservación de la Naturaleza de especies «en peligro crítico de extinción». El aumento de la demanda de sus cuernos en el mercado negro y, como consecuencia, la caza furtiva, han situado al rinoceronte negro al borde la extinción.
Concretamente, desde 1960 la población de rinocerontes negros ha descendido drásticamente en un 97,6%, llegando a alcanzar la cifra de 2.410 en 1995. Un dato que, gracias a la increíble labor de numerosas asociaciones se consiguió elevar hasta los 5.000 rinocerontes en 2010.
Una de estas asociaciones es Wildlife ACT, organización con la que Rhino Africa colabora desde 2012 y que surgió con el fin de desarrollar e implementar modelos sostenibles para la conservación de especies en África.
Uno de estos modelos consiste en el desarrollo del «ecoturismo«, un sistema basado en el reclutamiento de «turistas-voluntarios» que descubran el continente al mismo tiempo que sirven como apoyo a las tareas de preservación.
Especializada en la captura, el transporte y la reintroducción de especies amenazadas en nuevas áreas, así como en el desarrollo de medidas contra la caza furtiva, Wildlife ACT ha logrado ─junto al apoyo de Rhino Africa─trasladar a más de 200 rinocerontes negros a nuevos hogares y monitorizar a más de 250 con dispositivos de seguimiento desde 2010.
Una ardua tarea que, pese a todo, resulta imprescindible para poder comprobar dónde y en qué estado se encuentra cada uno de los rinocerontes intervenidos.
Porque solo así, tomando medidas contra la caza furtiva y desarrollando modelos sostenibles de turismo, podremos conservar a todas y cada una de las especies que hacen de África ─y del mundo─ un lugar único.
Si a ti también te gustaría poder colaborar en la conservación del rinoceronte negro en África, existen varias maneras de hacerlo: cada vez que viajes con Rhino Africa estarás apoyando los fondos de Wildlife ACT. Además, también existe la posibilidad de realizar donativos o incluso viajar como voluntario junto a Wildlife ACT.
Wildlife ACT organiza e implementa proyectos destinados a la conservación de la vida salvaje en reservas que no tienen los recursos para realizar dicha labor gracias al apoyo de colaboradores como Rhino Africa. En la actualidad están enfocados en Zululandia (Sudáfrica), una de las zonas del continente con mayor diversidad de especies animales, entre ellas una gran población de leones. El siguiente relato, escrito por uno de los miembros de Wildlife ACT, refleja algunos de los desafíos y aventuras a las que se enfrenta este equipo durante su apasionante trabajo.
El uso de collares para el monitoreo de la vida salvaje es una base para el control de las poblaciones de animales y una fuente invaluable de información en la administración de nuestros parques nacionales. Todo ecosistema puede acoger un número limitado de cada especie animal. Información sobre el número de ejemplares de cada especie, su comportamiento y estado de salud nos permite conocer las condiciones del ecosistema, así como las oportunidades y amenazas que enfrentan dicha especie y sus individuos. El trabajo comienza en la sabana, donde los animales y la naturaleza pueden definir, dictar, recompensar e incluso frustrar los esfuerzos de los expertos en conservación (Si quieres conocer más sobre el origen de la conservación en África échale un vistazo a este link). Una semana en KwaZulu-Natal nos dio una emocionante perspectiva a esta realidad de la profesión, donde monitorear a los leones es una de las prioridades.
Con las manos vacías
Parecía que iba a ser una larga noche. Condujimos por un camino largo y tortuoso a través de la sabana hacia el lugar donde la noche anterior, tras dos horas de vigilancia, habíamos fracasado en atraer a las leonas con la carnada. Se trataba de un solitario par de hembras que necesitaban radio collares y cada día que pasaba sin poder capturarlas nos costaba valioso tiempo. Jo y Chris, los cofundadores de Wildlife ACT, arrastraron los ahora malolientes restos de carnada del vehículo, atándolos al árbol otra vez y cubriéndolos con matorrales.
Después de pasar la tarde rastreando a una manada de perros salvajes, volvimos a este sitio al caer la noche y estuvimos trasmitiendo mugidos de ñus por más de una hora con un dispositivo de audio. Eventualmente vimos al par de leonas a la distancia gracias a las gafas de visión nocturna, aunque estaban completamente desinteresadas y ni siquiera quisieron acercarse a echar un vistazo. Los monitores de Wildlife ACT, a través de una llamada, nos alertaron de la presencia de leones en otra parte de la reserva, por lo que decidimos cargar el cebo y partir. Para entonces ya eran casi las diez y teníamos que mostrar algo de progreso por varios días de trabajo y colocar algunos de esos collares.
Acechando leones
Otra manada fue detectada con la radio. Después de rastrear la señal, encontramos a la manada cruzando el camino a unos setenta metros. La luz con la que les apunté por accidente no les molestó demasiado, estaban curiosos y hambrientos. El olor a carne muerta les hizo acercarse al acecho. Un macho y una hembra se dirigieron directamente al vehículo; los teníamos atrapados.
Los perdimos por un momento y nos detuvimos para calcular la distancia con la ayuda de un telémetro. No pasó mucho tiempo de que Chris sacara la radio, cuando el macho apareció de los matorrales justo detrás de nosotros. ¡Hubiera saltado al camión si nuestros reflejos hubieran sido más lentos! El par de leones entonces decidió dividirse y se adentró en los matorrales a ambos lados de nosotros. Así que aceleramos por un kilómetro con la esperanza de tener el tiempo suficiente para colocar el cebo. Atamos la carnada a un lado del camino, regresamos al vehículo y nos posicionamos a unos cincuenta metros para esperar con calma a que la manada nos encontrara. Ya eran pasadas las once. Esto tenía que funcionar si queríamos lograr algo esa noche.
Aparecen los elefantes
“Oh por favor, no ahora”, murmuró uno de nosotros. Una manada de elefantes se disponía a cruzar el camino a unos cincuenta metros de nosotros; justo lo que no necesitábamos. Los elefantes detectaron a los leones y el instinto materno de las madres emergió. Dos de las más grandes se acercaron, haciendo ruido con sus trompas y encarando con sus colmillos, lo que hizo que los leones se dispersaran. Tampoco parecía que les gustara mucho nuestro vehículo y nos advertían desde lejos. Los siguiente veinte minutos fueron como el juego del gato y el ratón, con los elefantes embistiendo, los leones saltando, los elefantes retrocediendo, los leones aferrándose una vez más a al cebo y los elefantes enfrentándolos de nuevo, una y otra vez.
Un encuentro cercano con los leones
Finalmente, a la medianoche, con los bebés elefantes vagando cada vez más lejos, las dos madres se relajaron y cedieron. La manada dio un semi-círculo alrededor de nosotros y terminó por cruzar el camino, por fortuna antes de que los leones devoraran el resto del cebo. Todavía había tiempo. Preparamos las pistolas de dardos y nos posicionamos junto la manada. Las dos leonas fueron alcanzadas de forma consecutiva, aunque tomó más tiempo en tener al macho en una posición favorable —el león se puso nervioso y los tres cachorros estaban causando distracción—. Pero una vez que el tercer dardo alcanzó al macho era tiempo de poner manos a la obra. El primer león fue sedado a las 23:50 y el tercero pasada la medianoche. Era necesario marcar la hora en la que el equipo comenzó a trabajar. Los elefantes habían cruzado el camino, pero aún se rehusaban a marcharse. Usando el reflector para escanear el perímetro, nosotros vigilábamos en caso de intrusos mientras Chris y Jacques les ponían el collar a los dos primeros adultos.
Cuando se sedan a varios animales al mismo tiempo todo se convierte en una carrera a contrarreloj. Después de una hora el tranquilizante empezaría a perder efectividad, por lo que el macho tenía que estar listo antes de que el primer león empezase a despertar. Terminamos con el collar del macho a las 12:45 en punto, regresamos por el primer león y le inyectamos el antídoto; luego hicimos lo mismo con el resto. Volvimos rápidamente al vehículo y esperamos cinco minutos hasta que el antídoto empezara a hacer efecto. Poco después de las una de la madrugada los tres adultos se habían recuperado. Los cachorros salieron de su escondite entre los matorrales y la manada desapareció en la oscuridad. Sin más elefantes bloqueando el camino, volvimos al campamento para brindar por una noche de buen trabajo.
Si te gustaría formar parte del equipo de voluntarios de Wildlife ACT, o simplemente conocer un poco más sobre la organización, no dudes en visitar su página web.
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