Una de las mejores experiencias en la vida es la de un safari africano y la única manera de entenderlo realmente es empacando tus maletas y viendo con tus propios ojos la vida de los animales salvajes y las siluetas del paisaje de África ante las más bellas puestas del sol del mundo. Estoy completamente de acuerdo con la frase de Richard Muller que dice: «Al único hombre al que envidio es aquel que no ha estado aún en África, ya que él tiene tanto que esperar»
Si tú aún no has estado en este hermoso continente, bueno, entonces África debe de estar en tu top de lugares por ir. Te voy a contar qué te espera en tu próximo safari africano.
Para darte una probadita, te contamos cómo es un día típico en la sabana africana:
5:00 h
¡Buenos días! Generalmente te estarás levantando con los pájaros, aunque la hora puede variar según las estaciones. Para aquellos a los que no les gusta madrugar, no se preocupen, les prometo que valdrá la pena. Los mejores avistamientos de animales silvestres sin duda ocurren temprano en la mañana. Al levantarte con la luz del sol te reunirás con tu explorador y rastreador para tomar té y café antes de partir en un vehículo 4×4. ¡Recuerda llevar tu chamarra para protegerte del viento matinal! No hay dos mañanas iguales de safari africano y la anticipación es la mitad de la emoción.
Imagen de: Makayane Safari LodgeSafaris africanos en diversos medios de transporteA algunos animales les gusta madrugar; levántate temprano para verlos
9:30 h
Con todo este júbilo, estarás listo para un bien merecido desayuno que está para chuparse los dedos. Regresa al campamento para que recargues tu batería mientras platicas y asimilas los increíbles animales que encontraste.
¡Después de tu safari en la mañana te mereces un delicioso desayuno!Imagen de: Sabi Sabi Selati Camp
11:00 h
La aventura no termina aquí. Dependiendo de la reserva y de la temporada, los lodges y alojamientos ofrecen una caminata de safari con un rastreador armado. Asómbrate con las pequeñas maravillas de la reserva de animales al encontrar criaturas escondidas como insectos y aves. Tu rastreador te contará historias fascinantes con las cuales podrás aprender acerca de las tradiciones y culturas africanas, datos curiosos de tus animales favoritos, así como de las propiedades medicinales de árboles y plantas.
¡Hora de comer! Con la variedad de comida que te ofrecerán te sentirás como nuevo. Después del festín te sentirás satisfecho y somnoliento; aprovecha para relajarte y leer, tomar una siesta o nadar en la piscina. Recarga energías porque te esperan más emociones de safari africano.
El día empieza a enfriar y las sombras comienzan a aparecer en la sabana, este escenario es ideal para disfrutar un té vespertino ante el atardecer de África, acompañado del canto de los grillos. Con la proximidad del anochecer, los animales se vuelven más activos y el paisaje se convierte en un campo de batalla animal vespertina.
Nada más imagínate bebiendo tu bebida refrescante favorita ante una majestuosa vista mientras el sol dorado africano se esconde entre las nubes brillantes. ¿Existe algo más mágico? ¡Esta es una tradición clásica del safari y tu gin & tonic probablemente será el más memorable de toda tu vida!
Imagen de: Makanyane Safari Lodge¿Qué te parecería descansar con tu bebida favorita y tus pies en el agua?Ven al mejor lugar para admirar los atardeceres violetas
La vida nocturna
Ahora es momento de ver la acción escondida bajo la capa de la noche. Se utiliza una iluminación potente para capturar las vistas más impresionantes de las criaturas en la obscuridad. Contempla los ojos reflejantes de los animales nocturnos más elusivos de África como el leopardo, el león y otros todavía más escurridizos como el pangolín, la civeta africana y el lobo de tierra.
Romántico anochecer de safari africanoImagen de: Makanyi Private Game LodgeAlgunos animales salen a cazar durante la noche
Hora de cenar
Justo cuando pensabas que tu fantástico día estaba llegando a su fin te darás cuenta de que hay más por hacer en la agenda. Disfruta de una exquisita cena y escucha historias emocionantes al calor de la fogata protegido por el manto de las estrellas.
Vive la magia de una noche en África
Después de un día memorable, retírate a tu suite para dormir tu sueño reparador y rejuvenecedor. ¡Dormirás como nunca! Y la expectativa de lo que encontrarás al día siguiente es lo mejor.
Ha sido tu sueño durante años y por fin lo has conseguido. A pie o montado en un 4×4 te ha llegado el momento de vivir un safari en primera persona y contemplar con tus propios ojos a todos esos animales que, hasta entonces, solo has visto en libros, películas y revistas.
Pero esto no es un documental: es la vida real y hay que tomar ciertas precauciones. Los animales que verás son totalmente salvajes y eres tú el que está invadiendo su espacio natural. Los peligros pueden ser reales ante la imprudencia de los viajeros y no todo está permitido en la sabana. Desde nuestra experiencia viviendo safaris alrededor de toda el África subsahariana, hoy compartimos 10 cosas que no deberías hacer en tu próximo safari africano.
1. Criticar al guía por no ver animales
África no es un zoo, los animales viven en total libertad dentro de los parques nacionales y las reservas protegidas y nadie puede asegurarte que verás leones, elefantes o leopardos ─por muy grande que sea su población. Los guías son experimentados profesionales capaces de rastrear a cualquier animal y siempre intentarán que puedas avistar el mayor número de especies posible.
2. Buscar siempre la mejor foto
No todo vale para sacar una foto. Un selfie cercano a ciertos animales puede irritarles y espantarles mientras que salir del vehículo para capturar un primer plano de un guepardo puede ser mortal. Es importante ser consciente de los peligros de la sabana y, en caso de estar muy interesado en la fotografía, apostar por un auténtico safari fotográfico.
El safari fotográfico es una de las opciones favoritas de los visitantes. Crédito de foto: Londolozi
3. Creer que en África siempre hace calor
Este es un mito que es necesario desterrar. El tiempo en África ─al igual que en el resto de continentes─ dependerá de la zona que visites y la época del año en el que lo hagas. Los safaris suelen efectuarse durante las primeras horas del día, momento en el que las temperaturas son bajas.
4. Vestirte como un explorador del siglo XIX
Puede que te veas tentado de comprarte un gorro de explorador, hacerte con pantalones y camisas que nunca más utilizarás y calzarte unas botas para caminar por los más duros caminos de la selva. Si bien hay ciertos consejos estilísticos que seguir en un safari, no te obsesiones: ni necesitas una maleta repleta de ropa ni tendrás que hacer unas compras pre safari.
5. Pensarte que estás en tu casa
Por mucho que te alojes en campamentos y complejos de lujo, apenas vivirás unos días entre árboles, ríos y lagos. El territorio es el hogar de la vida salvaje de la región, a ellos les pertenece y serás tú el que deberá adaptarse a este entorno. Es importante comprender la función clave que el turismo tiene en África, apoyándola en su protección y desarrollo; y todo viajero que visita el continente debe ser parte de ello.
La sabana pertenece a su vida salvaje
6. Ser un sabelotodo
Por mucho que sepas sobre África, fauna y vida salvaje, probablemente los guías y rangers de safari sabrán más. Muchos de ellos llevan toda su vida profesional viviendo entre las sabanas de África, salen cada día a disfrutar de los animales y los terrenos colindantes y han estudiado para conocerlo todo sobre la vida salvaje. No tengas miedo de preguntar, los guías buscan personas curiosas con las que compartir su conocimiento
7. Pensar que vas a contraer una enfermedad
Aunque la realidad es que el riesgo existe, tomando precauciones no tendrías que tener ningún problema en este sentido. La malaria es la enfermedad más común al realizar un safari, pero solo la hembra de un determinado tipo de mosquito es capaz de transmitirla. En el mercado existen diversas pastillas para prevenir sus efectos, mientras que, diagnosticada a tiempo, es una enfermedad totalmente curable.
8. Salir a la sabana por la noche por tu propio pie
La mayor parte de los depredadores actúan por la noche. Las temperaturas son más bajas y sus posibilidades de esconderse y atacar así q sus presas aumentan. Por ello los safaris nocturnos son una gran oportunidad de ver a algunos de los grandes carnívoros en acción. Eso sí, que no se te ocurra salir solo cuando haya caído el sol: podrías convertirte en una presa fácil para leones, hienas o leopardos.
La noche, territorio de los grandes depredadores
9. Esperar un ritmo de vida «habitual»
La sabana tiene sus propios ritmos y aquí la vida transcurre con unos tempos distintos. Te levantarás pronto ─muy pronto─ para capturar las primeras luces del día, pero luego tu día transcurrirá con la clásica calma africana. No olvides que eres tú quien debe adaptarse y, una vez hecho, podrás disfrutar de este nuevo ritmo de vida.
10. No tener una mente abierta
Vas a ver cosas que nunca antes has visto. No importa que sea tu primera, segunda o tercera vez en un safari: África siempre te ofrece cosas nuevas. Asegúrate de viajar sin prejuicios y mantener una actitud positiva, curiosa e imaginativa. Fíjate en todos los detalles; déjate impresionar por aves, mamíferos y plantas; y disfruta de cada minuto en tu safari. Tu «yo» futuro te lo agradecerá durante toda la vida.
En Rhino Africa creemos que es extremadamente necesario proteger nuestro entorno y el continente que tanto amamos. Esta es la razón principal por la que, desde hace muchos años, trabajamos mano a mano con la asociación Wildlife ACT, la cual ayuda a preservar especies en peligro de extinción en toda África.
Hoy entrevistamos a Johan Maree, co-fundador de la asociación y actual presidente. Con él descubriremos cuáles son las especies más amenazadas, cuántos rinocerontes negros quedan en África o cómo es posible formar parte de esta bonita iniciativa.
Johan Maree (a la izquierda) en el desierto de Namibia. Crédito de foto: Challenge4acause
Luchando por las especies amenazadas
Rhino Africa: ¿Cuándo y dónde comenzó la aventura de Wildlife ACT?
Johan Maree: Fundé Wildlife ACT hace diez años junto a ChrisKelly y SimonMorgan. Queríamos desarrollar soluciones para apoyar y proteger a las distintas especies en peligro de extinción en África. También nos dimos cuenta de que las comunidades que viven alrededor ─o en las propias reservas─ necesitaban ser parte de estos proyectos de conservación para que pudieran crear un sistema de economía sostenible.
Nuestro primer modelo económico ha sido también el más efectivo. Se trata de ofrecer una oferta ecoturista: vender viajes con impacto positivo que puedan financiar nuestras acciones de seguimiento y protección de especies en peligro. Cada año más de 600voluntarios se unen a nuestros expertos sobre el terreno y tienen la oportunidad de estar directamente involucrados en nuestra lucha contra la extinción de los perros salvajes africanos, rinocerontes negros, leopardos, guepardos, elefantes, buitres o tortugas.
RA: ¿Cuál es tu rol en la asociación?
J.M.: Soy co-fundador y presidente de Wildlife ACT. Tras finalizar mis estudios en comercio y marketing, estuve trabajando en la industria publicitaria durante cinco años, antes de dedicarme de forma completa a la asociación. Mi rol en Wildlife ACT es tomar medidas para salvar a las distintas especies en peligro de extinción. Para ello nos centramos en crear toda una nueva economía que beneficie tanto a las comunidades locales como al medio ambiente y a la vida salvaje que lo habita.
Perro salvaje africano siendo monitorizado. Crédito de foto: Wildlige ACT
RA: ¿Qué especies están actualmente en peligro de extinción en África?
J.M.: Desgraciadamente, África cuenta con más de 400 especies en peligro de extinción. Aunque nuestras prioridades se centran en el león, el leopardo, el guepardo y el elefante, Wildlife ACT también se centra en las siguientes especies:
Rinoceronte negro (Dicerosbicornis): en peligro crítico de extinción.
Buitre de cabeza blanca (Trigonoceps occipitalis): en peligro crítico de extinción.
Buitre africano (Gyps africanus): en peligro crítico de extinción.
Tortuga marina (Eretmochelysimbricata): en peligro crítico de extinción.
Tortuga marina verde (Cheloniamydas): en peligro moderado de extinción.
Perro salvaje africano (Lyaconpictus): en peligro moderado de extinción.
Buitre orejudo (Torgostracheliotos): en peligro moderado de extinción.
Wildlife ACT en acción, protegiendo especies amenazadas. Crédito de foto: Wildlife ACT in action, protecting the continent’s endangered species from extinction.
El rinoceronte negro
RA: ¿Cuál es la diferencia entre el rinoceronte blanco y el rinoceronte negro?
J.M.: El rinoceronte blanco es herbívoro y se alimenta de la hierba, mientras que el rinoceronte negro ─también herbívoro─ basa su dieta en las hojas de los árboles. Además, los primeros tienen un cráneo de mayor tamaño que los segundos.
El rinoceronte negro es, por su parte, una de las especies más amenazadas de todo el continente africano.
RA: ¿Cuántos rinocerontes negros quedan en África y en Sudáfrica?
J.M.: En 1970, alrededor de 65.000 miembros de esta especie habitaban en el África subsahariana. En África del este, alrededor del 90% han muerto a causa de la caza furtiva. Hoy en día tan solo 2.500 rinocerontes negros sobreviven en Zimbabue, Sudáfrica, Kenia, Namibia y Tanzania. Sudáfrica se ha convertido en un refugio para ellos, con la mayor cantidad de esta especie en el mundo.
Simon, miembro de la asociación, ayudando a levantar a un rinoceronte. Crédito de foto: Wildlife ACT
RA: ¿Por qué los rinocerontes son presa de la caza furtiva?
J.M.: Por dinero. Bajo el paraguas de distintas asociaciones y lobbies criminales, desde mercados como Vietnam o China se exige una gran demanda de cuernos de rinoceronte para diversos usos. En 2012, el rinoceronte negro fue declarado totalmente extinto en el oeste de África y en la isla de Java.
Sudáfrica es ahora hogar de la mayor población de rinocerontes tanto blancos como negros, explicando por qué el país continúa luchando contra la que podría ser la peor crisis de conservación de especies en peligro de extinción en los últimos 100 años.
RA: ¿Qué acciones lleva a cabo Wildlife ACT para salvar al rinoceronte negro?
J.M.: Principalmente vigilancia y monitorización por radiotelematría. Para salvar al rinoceronte negro, Wildlife ACT está iniciando diversos proyectos de monitorización y seguimiento para desarrollar nuevas medidas contra la caza furtiva. Lo primero y más importante es seguir el comportamiento del rinoceronte, adquiriendo los mejores equipos de telematría para este seguimiento. Con estos sistemas podemos recopilar una gran cantidad de datos que nos ayudan a comprenderles, localizarles y protegerles mejor.
Pequeño rinoceronte rescatado por Wildlife ACT. Crédito de foto: Wildlife ACT
RA: ¿Ha aumentado el número de rinocerontes negros?
J.M.: A pesar de la presión de los distintos lobbies, la población de rinocerontes negros se ha incrementado en los últimos tres años. A pesar de ello, su número sigue siendo muy pequeño y esta progresión es todavía demasiado frágil. Incluso una caza furtiva poco intensa podría acabar con todos los años de trabajo, por lo que no podemos bajar la guardia: tenemos que hacer todo lo posible para poder eliminar al rinoceronte negro de la lista de especies en peligro de extinción.
Momentos especiales
RA: ¿Cuál ha sido tu mayor logro desde que te uniste a Wildlife ACT?
J.M.:Wildlife ACT ha asumido una gran cantidad de desafíos desde sus inicios defendiendo a especies en peligro de extinción, por lo que es dificil elegir solo uno. Es por ello que animamos a todo aquel que esté interesado a visitar nuestra página web y ver los logros más importantes de la asociación durante todos sus años de vida.
Mientras tanto, aquí están nuestros grandes logros de este 2017:
Segundo puesto en los premios «African Responsible Tourism Awards 2017» en la categoría «Mejores hábitats para la conservación de especies».
Primer programa de vida salvaje en recibir la certificación «Fair Trade Tourism«
Nombramiento de Chris Kelly, co-fundador de Wildlife ACT, como finalista del «Rhino Conservation Award».
RA: Si pudieras ser un animal de la sabana, ¿cuál serías y por qué?
J.M.: Sin duda, sería un perro salvaje africano (también llamados perros salvajes). Aprendí a comprender y admirar a este animal desde mi niñez. Son animales sociales y con extremadamente fuertes lazos familiares, siendo cada miembro responsable de proteger a los más jóvenes. No importa que sean machos o hembras, hermanos, hermanas o parientes: todos cuidan de los más vulnerables.
Además son uno de los mejores cazadores de la sabana, utilizando una técnica que utiliza el trabajo en equipo para rodear a sus presas. Por desgracia, los perros salvajes son también la segunda especie más amenazada de África y son víctimas de trampas por parte de los cazadores.
RA: ¿Podrías definir Wildlife ACT en tres palabras?
J.M.: Prioridad. Conservación. Especies en peligro.
La monitorización es una de las actividades clave de Wildlife ACT. Crédito de foto: Wildlife ACT
Cómo convertirse en voluntario de Wildlife ACT
RA: ¿Cómo puede alguien convertirse en voluntario de esta asociación?
J.M.: Wildlife ACT ofrece la oportunidad a todo el mundo, sea de la edad que sea y viva donde viva, de invertir su tiempo en salvar a especies en peligro de extinción mientras disfruta de una auténtica experiencia en la selva africana. La asociación siempre está en busca de gente que quiera contribuir a la causa donando tanto su tiempo como su dinero, para financiar así los equipamientos y el coste de las operaciones en las que ellos mismos participarán.
Si además quieres ser parte del equipo de expertos y formar parte de las misiones de rescate de animales más importantes en el continente, eres el candidato que necesitamos. En nuestra página web puedes ver todos nuestros programas de voluntariado.
Operación de salvación de un león. Crédito de foto: Wildlife ACT
RA: ¿Cómo es el día a día siendo voluntario en Wildlife ACT?
J.M.: Te levantarás muy pronto y enseguida estarás saltando a la parte trasera de uno de nuestros 4×4 abiertos para hacer una sesión de seguimiento de animales con tu radio y otros voluntarios (hasta un máximo de cinco).
Tu radio será capaz de localizar a los animales a través de los collares trasmisores que estos llevan. En tus primeros días recibirás un entrenamiento sobre cómo funciona, por lo que en poco tiempo serás capaz de realizar la monitorización y vigilancia de los animales de forma totalmente independiente.
Una vez hayas localizado al animal registrarás su ubicación utilizando un GPS portátil, actualizando la situación y la trayectoria del animal. Las especies monitorizadas incluyen a las que se encuentran en mayor peligro de extinción, como el perro africano, el guepardo, el rinocerontenegro y el buitre. Además, también organizamos salidas de vigilancia con elefantes, rinocerontes blancos, hienas y leopardos.
Normalmente volvemos al refugio al final de la mañana y dedicamos este tiempo a relajarse, leer, escribir, dormir una siesta o explorar la emocionante vida salvaje que se mueve alrededor de nuestro campamento.
Por la tarde volvemos a salir de nuevo, estando de vuelta al anochecer para preparar la cena. Disfrutamos de cada comida juntos, alrededor del fuego, escuchando los sonidos de la selva y comentando las aventuras del día.
Además, al menos una vez a la semana dedicamos todo un día a registrar y analizar toda la información recopilada durante la semana.
Ser voluntario en Wildlife ACT, una experiencia única. Crédito de foto: Wildlife ACT
Desde Rhino Africa queremos agradecer a Johan el valioso tiempo que nos dedicó para esta entrevista. Si quieres ser parte de este bonito y gratificante proyecto, uniéndote a su equipo de voluntarios y protegiendo la vida salvaje de África, puedes ver toda la información en este enlace.
[Entrevista realizada originalmente por Garance Chassaing, redactora de contenido en francés]
Seguramente ya has escuchado de los consentidos del safari: los Cinco Grandes, y quizás hasta has leído por ahí de los majestuosos Marine Big 5 o Cinco Grandes del océano, pero resulta que también hay un… ¿cómo decirlo? Bueno, un cinco menos halagador. ¿Habías escuchado de los «Cinco feos»?
En África hay un club de los rechazados, apodado de esa manera porque sus integrantes no son muy agraciados. Llegaron tarde cuando repartieron la belleza en el reino animal. Aunque sabemos que lo de adentro es lo que cuenta, algunos son tan feos que dan miedo y como ya se acercan los festejos de Halloween queremos aprovechar para dar algunos sustos.
El jabalí
Así es: Pumba, nuestro gordito favorito, es el primer integrante de los «Cinco feos». Estos cerditos con sus mini colmillos y sus colitas en alto, que parecen antenas levantadas entre los arbustos, son integrantes del clan de los marginados. La razón quizás tenga que ver con sus pelos gruesos y tiesos o con sus verrugas, que en realidad son bultos que los protegen al pelear.
Jabalí en la sabana africana.
Debido a que sus cuellos son demasiado cortos para llegar al suelo, tienen que usar sus patas delanteras para hincarse y comer. Posiblemente lo más aterrador es su aspecto desaliñado cuando ruedan en el lodo, el cual les sirve para refrescarse en tiempos calurosos, de camuflaje y para repeler insectos.
El famoso Pumba de El Rey León en la vida real.
Feos o no, su trote saltarín y animado, sus uniformes de lodo y sus colitas respingadas que se asoman entre el pastizal sin duda te sacarán una sonrisa.
El marabú africano
Si esta ave, pariente de las cigüeñas, fuera una persona seguramente sería aquel tío gruñón, alto pero encorvado y que se está quedando calvo que no falta en cada familia. O quizás aquel colega que se te queda viendo, huele raro, tiene una inclinación por el alcohol y se vuelve loco en la pista de baile en la fiesta de la compañía. Con sólo un vistazo se puede entender por qué le dicen “ave funeraria”.
Fealdad en el rostro de este marabú. Crédito de foto: Charlesjsharp
Lo peor de su aspecto lúgubre es que sus patas en realidad son de color gris pero se ven blancas debido a una capa de excremento que les ayuda a regular su temperatura corporal. ¡Oh mier…!
Marabú paseando por su hábitat natural. Crédito de foto: Lip Kee Yap
Usualmente se les ve rondando alrededor de los buitres a la hora de comer y es que en cuanto a comida no son nada quisquillosos (justo como ese tío raro del que hablábamos). Su dieta consiste en insectos, cocodrilos bebé, mamíferos pequeños, peces y, sorprendentemente, carroña.
El ñu
Le llaman el animal de las piezas de repuesto y es que parece estar mal combinado. Cada parte de su cuerpo es como una parte de un animal distinto: las patas posteriores del antílope, los cuernos del búfalo, la melena de un caballo, la cola de un león y su rostro alargado ¿una mezcla de chivo con saltamontes tal vez? Resulta difícil creer que este integrante de los «Cinco feos» pertenece a la familia de los antílopes ya que se asemeja más a los bovinos.
El ñu, otro miembro de los «Cinco feos»
Los ñus viven a toda prisa, corren con su galope apurado durante todo el año a través de la sabana del este de África. En la gran migración, millones de ñus migran a través de Kenia y Tanzania en búsqueda constante de alimento. Es evidente que la menor de sus preocupaciones es ser bonitos; con las prisas no hay tiempo para arreglarse.
La gran migración es uno de los fenómenos naturales más espectaculares.
El buitre
El buitre, horroroso amigo del marabú africano, llega como una malapremonición al clan de los mal encarados, los «Cinco feos«. Sorprendentemente, lo feo no les quita lo social; estas aves no sólo viven en grandes parvadas, sino que son unos románticos con éxito en el amor que tienen una sola pareja para toda la vida.
El buitre, uno de los más conocidos entre los «Cinco feos». Crédito de foto: Patrick Brinksma
Aunque los buitres tienen fama de ser de mal augurio, en realidad juegan un papel crucial en los ecosistemas debido a que se alimentan exclusivamente de carroña y pueden comer carne cuya fecha de caducidad ya expiró, la cual podría ser perjudicial para otros animales. De esta manera, pese a que es desagradable y siniestro, los buitres previenen la propagación de enfermedades de los cadáveres en descomposición.
Feos pero sociables. Crédito de foto: Les Ellingham
La hiena
El último miembro de los «Cinco feos» no sorprende porque tiene fama de ser feo por dentro y por fuera. Tienen malos hábitos de carroñeros, una risa macabra y, lo más importante, una tendencia a hacerle la vida imposible a nuestro querido Simba. El Rey León les dio reputación de los enemigos tontos y burlones. Sin embargo, las hienas son increíblemente inteligentes y tienen estructuras sociales muy complejas. Muchos científicos creen que las hienas son más inteligentes que los chimpancés y que poseen mejores habilidades para resolver problemas.
La hiena, inteligencia al acecho.
Las hienas tampoco se alimentan exclusivamente de la carroña; son excelentes cazadoras. La vida puede ser dura para los machos, ya que es la hembra alfa quien lidera la manada. Dicho esto, tampoco es fácil la vida de las hembras: si dos hembras nacen en una camada, en algún momento una tendrá que matar a la otra por ser su competencia. Si una hembra y un mancho nacen, el macho es abandonado a su suerte. Pobrecillo, así es la ley del más fuerte. Lo que sí da miedo es la mente brillante y maquiavélica de la hembra alfa: “Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca”.
Hiena en plena acción. Crédito de foto: Matthew Stephens
Y tú, ¿ya conocías a los miembros del clan horroroso? Después de todo no son tan malos y su fealdad provoca cierta ternura y encanto. ¡Qué mejor que vencer los miedos con risa!
¿Qué te parecería ver a los «Cincofeos» en vivo y ver si realmente te asustan? Contacta a uno de nuestros expertos para empezar a planear tu viaje en el que podrás tachar de tu lista a los feos y, ¿por qué no? a los guapos también.
¿Qué es un safari? A lo largo del siglo veinte, el safari ha sido retratado en la cultura popular por medio de grandes historias de aventura y romance. Pero lo que vemos en las películas raramente refleja la realidad y, a menos de que lo hayan experimentado en carne propia, pocos pueden definir con exactitud lo que un safari significa hoy en día. Por eso, a continuación hacemos un viaje por la historia para entender el origen del término y su significado actual.
Los orígenes del safari
La palabra safari es en realidad un vocablo swahili derivado del idioma árabe que simplemente significa “viaje”. Claramente, esta definición original no se refería a los atuendos de explorador y animales salvajes con los que el concepto de safari se asocia ahora. De hecho, los primeros safaris de los que se tiene registro ocurrieron en el siglo dieciocho y estaban enfocados principalmente en el comercio.
La época colonial del safari
A finales del siglo diecinueve, naturalistas y exploradores como William John Burchell, Thomas Ayres y Gustav Adolf Fischer redefinieron el propósito del safari con sus legendarias expediciones para estudiar la vida salvaje africana. Desafortunadamente, con estos grandes hombres de ciencia también llegaron los cazadores y, durante la época colonial de África, la palabra safari comenzó a utilizarse para nombrar aquellas excursiones dedicadas a la caza de animales.
Más tarde, personalidades como el escritor ErnestHemingway y el presidente Teddy Roosevelt popularizaron este uso de la palabra en la cultura popular. De hecho, Roosevelt se embarcó en un safari de enormes proporciones con el objetivo de llenar el ahora Museo Nacional de Historia Natural con especímenes africanos. Más de 11 000 animales fueron sacrificados en esta excursión, quinientos de los cuales eran grandes especies como elefantes, leones, leopardos, búfalos y rinocerontes —ahora llamados los “Cinco Grandes”—. Para averiguar por qué se les llama así, te invitamos a leer nuestro blog sobre los Big Five.
La era de la conservación y el safari fotográfico
Tras décadas de drenar el continente de sus majestuosas especies, los propietarios de las tierras en las que se llevaban a cabo estas expediciones finalmente comprendieron que, todo ese tiempo, habían sacrificado sus más grandes riquezas. Conscientes de su error, hallaron una solución en el turismo sustentable y la época de los grandes cazadores abrió paso a la era de la conservación y el safari fotográfico.
Imagen de: Londolozi Varty Camp
Hoy, un safari aún involucra vida salvaje, pero aparte de eso, el término significa algo completamente nuevo. Actualmente, un viaje de safari en África implica el avistamiento de animales en un área protegida como, por ejemplo, una reserva de animales o un parque nacional.
El safari y el turismo responsable
Las connotaciones relativas a la caza de la palabra safari están siendo rápidamente reemplazadas por asociaciones más modernas con el turismo responsable.
En su mayoría, los safaris se han transformado en viajes que benefician a la vida salvaje de África. Los visitantes tienen la oportunidad de admirar a estas especies en su hábitat natural y, a la vez, ayudar a protegerlas contribuyendo directa o indirectamente con los proyectos de conservación que la mayoría de los parques y reservas manejan.
El safari actual también es un viaje diseñado para interactuar de manera ética con las comunidades locales y generar un impacto positivo en su calidad de vida. Estas comunidades se benefician del turismo sustentable a través de la generación de empleos y la venta de sus productos y servicios. Además, algunas compañías de safari apoyan directamente proyectos de empoderamiento social, mientras que otras hacen uso de lodges, reservas y otros establecimientos que asisten a las comunidades locales.
El safari moderno: una experiencia multifacética
Si bien un safari africano tradicional se enfoca en observar y fotografiar la fauna africana, esto no tiene por qué ser lo único que implica. El safari del siglo veintiuno puede combinar dichos encuentros con la vida salvaje con una variedad de fascinantes experiencias —desde visitas culturales y lecciones de astronomía, hasta sesiones de yoga y masajes en plena naturaleza—.
Imagen de: andBeyond Kichwa Tembo Tented Camp
Además, el safari moderno puede adaptarse a toda una combinación de parámetros como modalidad, presupuesto, tiempo, ubicación y actividades deseadas.
Sea recorriendo la sabana de Sudáfrica en una Land Rover, navegando los canales del delta del Okavango en mokoro, siguiendo la Gran Migración en globo aerostático sobre las planicies de Tanzania o rastreando gorilas a pie en los parques nacionales de Uganda y Ruanda, las encarnaciones del safari parecen ser tan vastas como el continente africano mismo.
Un safari puede ser desde una escapada durante el fin de semana a una reserva de animales hasta una épica odisea a través del continente abarcando varios meses y países.
¿Y qué decir del alojamiento? Durante un safari, los viajeros pueden tanto dormir en una rudimentaria tienda bajo las estrellas como hospedarse en un lodge privado con mayordomo, chef y guía personales incluidos.
Imagen de: Londolozi Private Granite Suites
Así mismo, un safari no es una experiencia reservada para los aventureros veteranos y viajeros consumados —prácticamente cualquier persona puede disfrutar de un safari al estilo que mejor le acomode—. Tanto las parejas buscando un destino exótico para su luna de miel como las familias que desean compartir tiempo de calidad encontrarán un safari a su medida en los confines de este extraordinario continente.
Como puedes ver, el safari está ganándose una nueva reputación, deshaciéndose de las viejas connotaciones sobre la caza y madurando a un estilo de viaje responsable y benéfico para África. Sin lugar a dudas, “Toma solo fotografías y deja solo huellas” es el lema cada vez más apto para el nuevo safari africano.
¿Listo para vivir uno en persona? Simplemente ponte en contacto con nosotros y deja que nuestros expertos consultores organicen una aventura de safari a tu medida.
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