Enamórate de: el leopardo

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En lo alto de la copa de un árbol se atisba un ligero movimiento. Fijando bien la vista puedes adivinar que es un leopardo, aunque te preguntas cómo ha llegado ahí y cómo es posible que no hubieras notado su presencia hasta entonces. El animal se acerca lentamente a una de las ramas y fija su vista en su víctima: un joven antílope que se ha alejado de la manada.

El predador solo tendrá una oportunidad; tiene que ser preciso y letal. Su potente salto le sitúa sobre su presa, a la cual mata tras un certero mordisco en la yugular. Una vez abatida, el leopardo toma su camino de vuelta al árbol, alejándose de posibles hienas dispuestas a robarle su almuerzo.

Como podrás imaginar, el leopardo africano es el protagonista de nuesto nuevo capítulo de «Enamórate de». Un depredador ágil, inteligente y solitario, miembro de los famosos «Cinco grandes» ─junto al león, el elefante, el rinoceronte y el búfalo─ que habita en la mayor parte del África subsahariana.

La elegancia hecha animal
La elegancia hecha animal

Un animal solitario

Al contrario que la mayoría de especies animales, los leopardos son animales solitarios. Suelen aislarse de los otros, marcando su territorio con orina o dejando la huella de sus garras en los troncos de los árboles. Solo durante las épocas de apareamiento ─las cuales pueden darse en cualquier época del año─ y cría es posible ver a leopardos interactuar.

Estas crías permanecen con sus madres alrededor de dos años, hasta que son lo suficientemente fuertes como para sobrevivir por sí mismas. En estos primeros años, suele ser comun que mueran ante los ataques de leones, hienas y serpientes. A partir de los 20 meses, los jóvenes son capaces de cazar por su cuenta y se emanzipan totalmente de su madre, haciéndose con su propio territorio.

Un solitario leopardo escondido entre los árboles
Un solitario leopardo escondido entre los árboles

El depredador que se anda por las ramas

Si durante tu aventura de safari te encuentras con un leopardo, lo más probable es que lo veas descansando entre las ramas de un árbol. Su increible agilidad y su composición física les hace capaces de trepar hasta lo más alto del tronco, protegiéndose así de los ataques de otros predadores.

Precisamente esta habilidad de andar por las ramas es una de las claves en su supervivencia diaria. Tras abatir a una presa, el leopardo suele cargar con ella hasta un árbol cercano y comenzar su festín en él, evitando así que hienas o leones le roben su preciada pieza.

Las ramas, hábitat natural del leopardo
Las ramas, hábitat natural del leopardo. Crédito de foto: Fabrizio Bignotti

Cazadores excepcionales

Físico envidiable, velocidades de más de 60 kilómetros por hora, gran capacidad de salto, pelaje ideal para camuflarse en la sabana, excelente vista y fino oído. Estas son solo algunas de las cualidades que convierten al leopardo en un cazador letal, arrebatándole las presas a animales más grandes ─como los leones─ o mejor organizados ─como las hienas─.

Este animal hace uso de su sigilo para espiar a su presa, tanto desde tierra como escondido entre las copas de los árboles. Una vez ha fijado a su víctima, su potencia física ─puede saltar hasta seis metros en horizontal─ y su velocidad le harán hacerse con su presa en pocos segundos. Tras abatirla, acabará con ella tras varios mordiscos en el cuello.

Sus presas favoritas son impalas, monos y antílopes, aunque su dieta es variada y puede alimentarse prácticamente de cualquier animal, incluyendo anfibios y reptiles.

Tras cazar a su presa, el leopardo se la lleva a su terreno
Tras cazar a su presa, el leopardo se la lleva a su terreno. Crédito de foto : Garance Chassaing

Sus manchas, marca de identidad

Unas de las características más visibles de los leopardos son sus manchas, llamadas rosetas. Este es un rasgo común a todas las especies de la familia de las panteras, incluso las negras ─aunque en este caso, no pueden verse a primera vista─. Estas manchas son la marca de identidad de cada individuo y totalmente únicas. Dependiendo de la especie, estas varían en color y tamaño.

La piel del leopardo se camufla con el entorno de la sabana.
La piel del leopardo se camufla con el entorno de la sabana., Crédito de foto: Heste de Beer

Dónde encontrar al leopardo

El leopardo es uno de los grandes félidos más adaptables, cualidad que le permite vivir en una gran diversidad de habitats. Bosques, selvas, sabanas, lugares rocosos e incluso desiertos han servido de hogar al leopardo a lo largo de los años. A pesar de distribuirse por todo el África subsahariana, sus costumbres nocturnas y su elusividad hacen que no sea fáciles verlos durante los safaris.

La Reserva Sabi Sands, adyacente al Parque Nacional Kruger, destaca por su ingente población de leopardos. El delta del OkavangoBotsuana─, el Masái MaraKenia─ y el Parque Nacional Luangwa SurZambia─ son también grandes zonas para avistar a esta elegante especie.

Siempre elusivo ante los ojos humanos
Siempre elusivo ante los ojos humanos. Crédito de foto: Sergio Diez

Curiosidades

  • Aunque a menudo leopardo y guepardo son confundidos, se trata de dos animales totalmente distintos. Te lo explicamos en este post
  • Esta especie apenas necesita agua, ya que absorbe la mayor parte del líquido de sus presas cuando se las comen
  • El fino oído del leopardo le hace capaz de detectar incluso las vibraciones de otros animales, siendo clave para su método de caza
  • El leopardo está en constante conflicto con otras especies de depredadores, especialmente los leones y las hienas
Leopardo descendiendo de su guarida
Leopardo descendiendo de su guarida. Crédito de foto: Giuliano Nese

Bajo las estrellas en una mágica casa del árbol de Lion Sands

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«Unos minutos después de partir del campamento, a bordo de uno de los vehículos de safari, llegamos a nuestro destino. Aunque sabía que sería algo especial, la visión frente a la que nos encontramos me roba el aliento. Sacada de un cuento de hadas e iluminada por románticas lámparas de aceite se encuentra una mágica casa del árbol, cuya estructura de madera se eleva sobre plena sabana junto a un imponente árbol.

Antes de despedirse, el guía que nos condujo nos asegura que la casa es completamente segura y que no tenemos más que llamarlo por el radio si necesitamos cualquier cosa —esto, debo admitir, es bastante reconfortante considerando que estamos por pasar la noche completamente solos y rodeados de animales salvajes—.

Arriba nos espera una mesa para dos junto a una enorme cama con dosel y dos invitantes sillones. En la mesa se encuentra una canasta de picnic con un festín de tapas, así como bebidas, té, café y bizcochos.

La casa del árbol Chalkley en la Reserva de Animales Lion Sands junto al Kruger
Imagen de More Hotels

Tras recuperar las palabras abrimos una botella de champán y brindamos, embriagados ya por la mágica atmósfera. Mientras cenamos, la puesta del sol es acompañada por la serenada de incontables aves a nuestro alrededor y, aunque pocas visiones se comparan a un atardecer africano, lo mejor está por venir.

La casa del árbol Chalkley en la Reserva de Animales Lion Sands junto al Kruger
Imagen de More Hotels

Cae la noche en Lion Sands

Al caer la noche, el cielo resplandece con la luz de la luna e infinitas estrellas y, después de la cena, nos acurrucamos en un sillón para admirar el espectáculo celeste y dejarnos envolver por los sonidos de la naturaleza. A la distancia, el rugir de un león armoniza con el chirrido de los insectos y el rumor de los elefantes reverbera sobre el gorgoteo del río.

Es hora de dormir y nuestra cama nos espera con un suave edredón y un mosquitero para que nada perturbe nuestro sueño. Mientras tanto, el velo nocturno y una sinfonía salvaje me arrulla y, sin el más mínimo esfuerzo, caigo en el sueño más profundo que jamás he tenido.

La casa del árbol Chalkley en la Reserva de Animales Lion Sands junto al Kruger
Imagen de More Hotels

Antes del amanecer somos despertados por un coro de aves anticipando el inicio del día. A la luz de las primeras horas de la mañana la sabana vuelve a la vida y esta casa es nuestro asiento de primera fila para ver este milagro desenvolverse. Así que preparamos algo de café, más por hábito que por necesidad, y nos instalamos a disfrutar de la escena matutina.

La casa del árbol Chalkley en la Reserva de Animales Lion Sands junto al Kruger
Imagen de More Hotels

Ambos sabemos que se acerca el momento de partir, pero nos negamos a abandonar nuestra burbuja de felicidad. Antes de avistarla, escuchamos la Land Rover acercándose a la distancia. Abajo, nuestro guía nos espera para llevarnos nuevamente de safari con el resto de los huéspedes. “¿Durmieron bien?”, nos pregunta una vez en el vehículo, pero simplemente no encontramos las palabras. Decir “sí” parece insuficiente.

Dudo que exista un mejor lugar en el mundo para dormir o una mejor manera de experimentar la noche africana que una de las casas del árbol de la Reserva Privada Lion Sands. Y pensar que, con lo increíble que era nuestra suite en Ivory Lodge, por un momento creímos que quizá no valdría la pena (después de todo, esta experiencia no estaba incluida en el precio por noche). Afortunadamente nos decidimos a reservarla al último momento y fue la mejor decisión posible.

Alojaminto en Lion Sands

De todas las memorias que nos llevamos de Lion Sands, nuestra noche bajo las estrellas, en una casa de árbol como ninguna otra, solo nosotros dos, sin duda ha sido la más especial y una que espero volver a vivir muy pronto

Si tú también quieres vivir una experiencia como esta, ponte en contacto con nuestros asesores de viaje y ellos te facilitarán todo el proceso para que disfrutes del viaje de tu vida en Lion Sands.

Cinco hoteles perfectos para familias en el Kruger

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Muchas familias tienen la idea equivocada de que unas vacaciones de safari no son aptas para niños. ¡Al contrario! Si bien hay algunos destinos de safari que no son recomendables para niños pequeños, hay muchos que sí y Sabi Sand, una de las mejores reservas privadas del Kruger, es uno de esos lugares.

De hecho, varios alojamientos en Sabi Sand están pensados para familias y cuentan con programas especiales de actividades infantiles para mantener a sus hijos entretenidos y darles a los papás el tiempo de relajación que tanto se merecen. Así que si estás buscando la opción ideal para compartir lo que suele ser una inolvidable aventura con tus pequeños, aquí están cinco de los mejores lodges para familias con niños en esta exclusiva reserva.

Y si aún no sabes que esperar de un safari, no puedes perderte nuestro blog sobre un día de safari en Sabi Sand.

Londolozi Founder’s Camp

Niños pescando en la Reserva Privada de Animales Londolozi
Las actividades de Londolozi Cubs mantendrán a sus niños felices / Imagen de: Londolozi

Londolozi tiene como misión compartir los secretos y la magia de la sabana con sus huéspedes más jóvenes mientras les inculca un mayor entendimiento y apreciación por la naturaleza. El programa Londolozi Cubs fue creado para asegurar que cada día que los pequeños pasen en esta reserva sea divertido, emocionante y educativo. Sus hijos tienen la oportunidad de convertirse en “guías de safari junior” y aprender sobre su vital papel en la conservación del ambiente. Tambien tienen acceso al club Cub’s Den, donde encontrarán piscinas para chapotear, tiendas de acampar y un centro educativo dedicado a la fascinante vida salvaje de la reserva. Un entusiasta guía supervisa todas las actividades y se asegura que hasta las más sencillas sean increíblemente entretenidas.

Mujeres practicando yoga en la Reserva Privada de Animales Londolozi
¿Por qué no practicar un poco de yoga mientras los pequeños se divierten? / Imagen de Londolozi

Founder’s Camp aloja a niños de cuatro años en adelante, sin embargo, solo aquellos mayores de seis años pueden participar en los safaris. Los más pequeños, mientras tanto, pueden participar en numerosas actividades, incluyendo identificación de rastros, clases de cocina, manualidades, baile africano y más.

Sabi Sabi Bush Lodge

El centro EleFun de Sabi Sabi ofrece toda clase de actividades infantiles / Imagen de: Sabi Sabi

Con un enfoque en brindar a las familias amplias oportunidades para pasar tiempo de calidad, Sabi Sabi Bush Lodge es otro lodge que ofrece una aventura de safari para chicos y grandes. Este lodge recibe a niños de todas las edades y su centro Elefun tiene como objetivo fomentar el conocimiento y amor por la naturaleza en sus hijos, asegurando a la vez que se mantengan felices y bien cuidados a lo largo de su estadía en Sabi Sabi. Ofreciendo actividades interactivas profesionalmente diseñadas, el centro Elefun tiene dos programas distintos: el programa de rastreadores junior, destinado a niños de 4 a 8 años, y el programa de guías junior para niños de entre 9 y 12 años.

Edificio principal de Sabi Sabi Bush Lodge
Cuando los niños se vayan a dormir, los papás pueden pasar el rato en el bar de Bush Lodge / Imagen de: Sabi Sabi

Sabi Sabi promueve una filosofía de entretenimiento educativo, con actividades como lectura de mapas e identificación de insectos. Además, las tareas creativas y manualidades son combinadas con excursiones y platicas educativas en la mañana y la tarde para darle a mamá y papá todo el tiempo necesarios para descansar y disfrutar de un poco de paz y tranquilidad.

Chitwa Chitwa Game Lodge

Niños disfrutando de una clase de cocina en Chitwa Chitwa
Chitwa Chitwa también ofrece clases de cocina a sus huéspedes más jóvenes / Imagen de: Chitwa Chitwa

Las familias y sus niños (no importa la edad) siempre tendrán un lugar en Chitwa Chitwa Game Lodge. Cabe mencionar que, como sucede con todos los lodges en esta lista, solo los niños mayores de seis años pueden acompañar a los adultos en los safaris. Sin embargo, para los niños más pequeños, Chitwa Chitwa ofrece el programa Eco-Experience, donde estos aprenderán sobre la vida salvaje y el entorno de la sabana mientras se divierten.

Mujer recibiendo un masaje en la Reserva Privada de Animales Chitwa Chitwa
Mientras los pequeñines se divierten, déjese consentir con un masaje / Imagen de: Chitwa Chitwa

Durante su estancia, los pequeños se aventurarán en excursiones dentro del perímetro cercado del campamento en compañía de un guía que les enseñará a identificar la flora y fauna del área, así como habilidades básicas de supervivencia. Las noches serán igual de entretenidas, asando malvaviscos y escuchando los encantadores relatos de un cuenta-cuentos, y, al llegar la hora de dormir, los niños encontrarán cuentos africanos en sus almohadas para asegurar que la magia de la sabana los acompañe hasta en sus sueños.

Ulusaba Rock Lodge

Una de las actividades infantiles en Ulusaba Rock Lodge
En Ulusaba, los niños aprenden mientras se divierten / Imagen de: Ulusaba

Ulusaba Rock Lodge invita a los niños de todas las edades a descubrir la esencia de un safari africano y, para su entretenimiento, este lodge familiar ha creado el Cub’s Club, donde podrán disfrutar de juegos de mesa, manualidades, películas infantiles y más. Durante su estancia, los pequeños también podrán participar en el curso de mini guías de safari, disfrutar de tratamientos de spa diseñados especialmente para ellos y degustar un menú infantil que deleitará hasta al paladar más quisquilloso.

A su llegada, los chicos recibirán una mochila especial llena de juegos y podrán participar en una búsqueda del tesoro para ayudarlos a familiarizarse con el lodge. Ya sea disfrutando cuentos para dormir acompañados por leche y galletas, clases de cocina o excursiones interactivas, en Ulusaba no habrá un momento aburrido para sus hijos.

Cena romántica en la Reserva Privada de Animales Ulusaba
Ulusaba ofrece cenas románticas perfectas para papá y mamá / Imagen de: Ulusaba

Además, el amigable personal está disponible en todo momento para cuidar de sus pequeñines, un servicio complementario para asegurar que los adultos disfruten de su tiempo juntos, tranquilos de saber que sus niños están en buenas manos.

Singita Castleton Camp

Por último, si bien no menos importante, tenemos a Singita Castleton Camp, un espectacular lodge de uso exclusivo pensado para familias multi-generacionales en busca de mayor privacidad y flexibilidad. En Singita, los itinerarios son planeados individualmente para cada familia, tomando en cuenta la duración de su estancia, la edad de sus niños y cualquier interés o petición especial.

Safari privado en Singita Kruger
Singita Castleton pone a su disposición un vehículo privado para que toda la familia participe en los safaris / Imagen de: Singita

Cada niño recibe un kit de bienvenida adecuado a su edad que incluye artículos esenciales para una aventura en la sabana como bloqueador solar y una cantinflera. También reciben una pequeña mochila, la cual pueden decorar con las insignias que ganen durante el curso de mini guías de safari; este curso cubre rastreo de animales, astronomía, identificación de insectos y aves, habilidades de supervivencia y más. Singita también organiza actividades más retadoras para los adolescentes, como plantar árboles en una escuela local, dándoles la oportunidad de colaborar con una buena causa en el proceso.

Piscina en Singita Castleton Camp
Pase tiempo de calidad con la familia en su piscina privada / Imagen de: Singita

Con programas de actividades interactivas, menús infantiles y servicios de cuidado de niños, estos lodges ofrecen el espacio idóneo para que las familias compartan una inolvidable aventura africana. Una estancia en cualquiera de ellos no solo supondrá una experiencia divertida y enriquecedora para sus pequeñines, pero también una oportunidad idónea para que usted se relaje y disfrute, haciendo que lo único difícil de planear un safari con su familia sea elegir entre todas estas maravillosas opciones.

Si le gustaría compatir unas vacaciones de safari con su familia en cualquiera de estos lodges, pónganse en contacto con Rhino Africa, los expertos en viajes a África.

Imagen principal de: Singita Kruger Park

Un día de safari en una de las mejores reservas privadas del Kruger

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Nuestro primer día de safari en Londolozi fue, sin lugar a dudas, el mejor. No es todos los días que uno visita la sabana africana y por eso decidimos hacerlo en estilo. Nuestro destino fue Sabi Sand, una de las mejores reservas de animales en el área del Parque Nacional Kruger, y nuestro hotel Tree Camp, un refugio de ensueño construido entre el dosel de una gran arboleda.

Terraza principal de Londolozi Tree Camp
Imagen de: Londolozi

Todavía no salía el sol cuando tocaron a nuestra puerta para avisarnos que era tiempo de aventurarnos en el safari de la mañana o, mejor dicho, de la madrugada. La noche anterior nos quedamos platicando hasta tarde y fue difícil despedirnos de la cama, aunque una vez que caímos en cuenta de lo que estábamos por vivir nos encontrábamos más que despiertos. Aun así, el café que nos sirvieron fue más que bienvenido y, con la cafeína y la adrenalina corriendo por nuestras venas, partimos en compañía de nuestro guía y otras dos parejas a bordo de un vehículo abierto desde el que todos teniamos un asiento de primera fila a la acción.

Esa mañana, entre muchos otros, vimos a tres de los llamados “Cinco Grandes” —los animales que todos quieren ver en un safari (Lee nuestro blog sobre los «Cinco Grandes» aquí). El primero fue un impresionante rinoceronte blanco que, aparentemente gustoso, llevaba en su espalda un par de pajarillos. El guía nos explicó que estas aves mantienen al rinoceronte y otras grandes especies libres de parásitos —un tipo de relación llamada simbiosis— y entonces entendí por qué se llevaban tan bien.

Rinoceronte blanco con aves en la espalda

Tras disfrutar de un rápido refrigerio y resumir el recorrido, nos topamos con una manada de elefantes cruzando el camino. A pesar de que nos acercamos bastante, estos paquidermos no se molestaron en lo más mínimo y los bebés que los acompañaban parecían tan interesados en nosotros como nosotros en ellos.

Elefantes bebés jugando

Pero la mejor parte del día estaba por llegar. Haciendo honor a la reputación de la reserva en la que habitan, no faltaron los leopardos, dos de los cuales tuvimos la suerte de avistar en la altura de los árboles.

Leopardo descansando en un árbol

Fue fascinante escuchar a nuestro guía platicarnos sobre cada uno como si fuesen viejos conocidos. La pasión que este hombre mostraba por estos elegantes felinos era evidente y simplemente contagiosa.

Uno de los leopardos de la reserva Sabi Sand
Imagen de: Londolozi

De regreso al lodge, todos estábamos hambrientos, mas esto no nos impidió hablar y hablar durante el desayuno de lo increíble que fue la experiencia.

El desayuno en Londolozi
Imagen de: Londolozi

Con el estómago lleno y el corazón contento, nos retiramos a nuestra suite —digna de una revista de decoración— para dormir una pequeña siesta bajo la muy necesaria frescura del aire acondicionado.

Una de las suites de Londolozi Tree Camp
Imagen de: Londolozi

Pronto era tiempo de almorzar y, aunque la comida era estupenda, mi atención estaba en el escenario. La decoración era impecable y fresca y la vista desde la terraza incluso más atractiva, con un río constantemente visitado por todo tipo de aves a tan solo unos metros de donde nos hallábamos sentados.

El salón principal de Londolozi Tree Camp
Imagen de: Londolozi

Un par de horas en la piscina y una taza de té después, era momento de salir al safari de la tarde.

En medio recorrido nos detuvimos para tomar algo y ver la puesta del sol, a la que ninguna foto hizo justicia.

Atardecer en la Reserva de Animales Sabi Sand
Imagen de: Londolozi

La experiencia fue totalmente electrizante, sobre todo de regreso, al caer la noche. Esta vez los leopardos no se encontraban descansando sobre los árboles, sino buscando su siguiente presa y el reflejo de sus ojos hizo más sencillo encontrarlos que durante la mañana.

Leopardo merodeando de noche

En el campamento nos esperaba tremenda cena, ambientada por la luz de la luna e incontables linternas. Una vez más, no pudimos evitar quedarnos platicando junto al fuego hasta entrada la noche, esta vez con nuestros compañeros de safari, cada uno recontando su propia perspectiva de las que hoy son gratas e inolvidables memorias.

Boma en Londolozi
Imagen de: Londolozi

Si a ti también te gustaría vivir un inolvidable día de safari en una de las reservas privadas del Kruger, ponte en contacto con nosotros y déjanos ayudarte a planear un safari africano a tu medida.

Imagen prinicipal de: Londolozi